Una mujer anónima que se identifica como la abuela de las dos niñas que habrían sido víctimas de abuso por parte del músico Pablo Benegas, y que serían parte de una red de pedofilia, habló con Radio 1000 sobre todo el trasfondo detrás de la situación de las menores. Comentó que su hija y su pareja así como otros parientes cercanos estaban metidos en el mundo de la droga y del microtráfico.
Señaló que ella siempre intentó hacer entrar en razón a su hija, la madre de las niñas, para que piense en ellas y abandone ese mundo, algo que nunca terminó ocurriendo. Relató la mujer que esto derivó en un allanamiento contra la pareja responsable de las menores, lo que derivó en la detención del padre de las niñas, aunque la madre quedó libre.
Reveló que incluso las mismas niñas terminaron vendiendo droga en un momento, siendo utilizadas por los propios padres aparentemente. La madre, sin embargo, al quedar libre comenzó a empeñar todo lo que tenía debido a su adicción, por lo que la abuela comenzó a luchar por quedarse con la custodia, con su hija amenazándola constantemente.
Finalmente el Juez Guillermo Trovato le otorgó la tutoría legal de las niñas, sin embargo, como la abuela terminó enfermando y su hija mayor, la que no es madre de las menores involucradas, tenía que acompañarla en el Hospital, decidieron dejar a las nietas con su madre mientras todo eso duraba. Aparentemente esto solo derivó en que las mismas fueran abandonadas debido a que la mujer salió a “comprar carne” y no volvió.
Posteriormente, la mayor de las niñas habría empezado a “descomponerse” y a “querer andar por la calle detrás de sus padres”, algo a lo cual habría “arrastrado” a su hermana menor. En medio de esto, a la abuela incluso le habrían otorgado la custodia de otro hijo más de su hija que acababa de nacer, y cuyo padre estaba en la cárcel.
Según la abuela, se le hacía muy difícil cuidar a las niñas en medio de este contexto, más aún teniendo en cuenta que las mismas se le “escapaban”, esto siendo ella además ya una persona muy mayor y estando enferma. Esto derivó en la inclusión de las menores en el programa “Abrazo” del Ministerio de la Niñez, gracias a un intermediario de buena voluntad.
El Juez Gustavo Trovato habría estado obligado a enviar a autoridades del servicio social y psicólogos cada cierto tiempo para atender a las nietas, pero esto no habría ocurrido, razón por la cual de hecho terminó recurriendo al programa “Abrazo”, ya que este ofrecía estos servicios. Incluso el programa le habría conseguido una familia de abrigo, pero aparentemente la mayor habría vuelto a escaparse.
La menor de las dos incluso habría contado a la abuela que su hermana mayor se habría involucrado con un Policía por dinero. El Comisario encargado del establecimiento donde estaba dicho efectivo policial habría sido notificado por la mujer de esto, y aparentemente no habría hecho prácticamente nada, siendo su obligación denunciar el caso de aparente abuso.
El Comisario, en lugar de hacer eso, solo habría llamado a la niña para preguntarle si lo notificado era cierto, lo cual ella terminó negando.