Fabián Chamorro, historiador, habló hoy con Radio 1000 sobre un nuevo aniversario del 23 de Octubre de 1931, fecha en la que se registró la muerte de 11 estudiantes, en su mayoría del Colegio Nacional de la Capital, frente al Palacio de López durante una manifestación en protesta por una aparente toma de los bolivianos de un fortín paraguayo en el Chaco, algo que de entrada Chamorro desmiente que haya ocurrido.
Según Fabián, esta información fue tergiversada y manipulada políticamente por sectores opositores al por entonces Gobierno del liberal José P. Guggiari, entre ellos colorados, sectores de izquierdas y hasta liberales disidentes. El historiador relata que el Centro de Estudiantes del CNC en aquellas épocas siempre se movilizaba ante hechos políticos relevantes.
En un momento determinado de la manifestación, quienes se encontraban al frente de la movilización, siendo mujeres en su mayoría, lograron atropellar a la línea militar frente al Palacio, haciendo que compañeros suyos puedan llegar hasta la explanada del mismo, provocando disparos con fuego real que terminarían costándole la vida a los estudiantes.
Chamorro relata que la guardia que estaba en la parte de arriba inicialmente disparó contra lo que hoy es Casa Clari, lo que causó que el grupo que estaba abajo comenzara a hacer lo mismo causando la masacre. El grupo de chicas si llegó a subir la escalera del Palacio sin sufrir heridas, alcanzando incluso al Presidente José P. Guggiari que terminó saliendo de su despacho.
Ante la situación, Emiliano González Navero asumió interinamente la Presidencia de la República, con José P. Guggiari sometiéndose a pedido propio a un Juicio Político en el cual terminaría siendo absuelto. Esto último, el historiador lo señaló como un ejemplo de como los mandatarios antiguos no utilizaban los fueros para escudarse.
Guggiari quedaría marcado para siempre por este hecho trágico ocurrido el 23 de Octubre de 1931, yendo al exilio luego de la salida de Eusebio Ayala del poder, volviendo durante la década del 40 envuelto en una gran polémica, ya que ciertos sectores no estaban de acuerdo con su vuelta, por lo que decidieron manifestarse llevando a la muerte de otro joven.
José Patricio volvería a salir del Paraguay para ya no volver tiempo después, falleciendo en la ciudad de Buenos Aires en la década del 70. Posteriormente sus restos serían repatriados, reivindicando en cierta manera su imagen, la cual quedó marcada por el estigma de la muerte de los estudiantes.