El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, confirmó este sábado los nombres de los funcionarios que acudirán a la toma de posesión de Santiago Peña como presidente de la República del Paraguay la próxima semana.
La delegación estará encabezada por Deb Haaland, secretaria del Departamento de Interior de Estados Unidos.
También asistirán Marc Ostfield, embajador de aquel país en Paraguay; Norma Torres, congresista de los Estados Unidos del Partido Demócrata por California; Francisco O. Mora, embajador de EE.UU. ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) y Todd D. Robinson, subsecretario de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Cumplimiento de la Ley del Departamento de Estado.
Llama la atención el contraste. Con el anuncio de esta delegación, la administración Biden parece estar marcando el tono que a partir de ahora tendrán las relaciones entre Washington y Asunción. El presidente Abdo Benítez llegó a ser recibido en la Casa Blanca y logró mantener abierto un fluído y amistoso contacto con el Departamento de Estado, en tiempos de Trump y en los de Biden, sin sobresaltos. Cualquier observador pensaría que al traspaso de mando, teniendo presente tal fluidez y armonía, el gobierno de EE.UU. enviaría una delegación encabezada por el Secretario de Estado, jefe de la diplomacia, o en su defecto por alguno de los subsecretarios; esperar que la Vicepresidenta venga hubiese sido demasiado pedir.
Sin embargo, la Casa Blanca anunció como máxima autoridad diplomática al Embajador ante la OEA, o sea, embajador ante un tercero, una congresista y al secretario de interior. Y para completar el cuadro, el único integrante de la delegación estadounidense que pertenece a la Secretaría de Estado es un funcionario encargado de la “aplicación de la ley y narcóticos”. El mensaje se entiende sin mucho esfuerzo: se inicia un periodo difícil en las relaciones entre la principal potencia del mundo y el Paraguay.
La ceremonia de traspaso de mando se celebrará el próximo día 15 en Asunción en la Explanada de la Bahía del Palacio de López, la sede de Gobierno, Asunción.