El presidente de Rusia Vladimir Putin calificó este sábado de “traición” la sublevación iniciada la noche del viernes por el grupo de mercenarios Wagner, encabezado por Yevgueni Prigozhin. Afirmó que los responsables pagarán por ello.
Añadió que todo lo que ocurre era un acto contra el país impulsado por las “ambiciones personales desmesuradas” del jefe de los paramilitares.
“Es una puñalada por la espalda para nuestro país y nuestro pueblo”, declaró Putin durante un discurso dirigido la nación, que comenzó una hora y veinte minutos después de lo anunciado. “A lo que nos enfrentamos es exactamente a una traición. Una traición provocada por la ambición desmesurada y los intereses personales” de Prigozhin, afirmó Putin, asegurando que los rebeldes serán “inevitablemente castigados”.
El dirigente aseguró que no permitirá una guerra civil en el país. “No dejaremos que eso vuelva a ocurrir”, declaró Putin, tras aludir a la guerra civil que hubo en Rusia después de la Primera Guerra Mundial. “Cualquier agitación interna es una amenaza mortal para nuestro Estado, nuestra nación. Es un golpe contra Rusia, contra nuestro pueblo. Y nuestras acciones para proteger a nuestra patria de una amenaza así serán firmes”, añadió.
Putin reconoció que la situación en Rostov era difícil, pues las instalaciones militares de la región estaban en manos de los sublevados.