En la previa, el deté uruguayo Diego Aguirre, con su espalda de San Pablo, Atlético Mineiro, Internacional, en su momento pretendido para la selección uruguaya, salió fuera de catálogo y puso un 11 titular sin delanteros. Colocando a laterales a extremos y a los extremos de atacantes. Y a su favor le salió, pero sigue sin encontrar el 11 que haga gozar a sus hinchas.
Con este equipo impensado e histórico, Olimpia se impuso 2-0 al inexperto Patronato, con goles del resistido Iván Torres y Diego Torres en el “Cementerio de los Elefantes” y quedó cerca de los octavos de final, teniendo en cuenta que tiene dos partidos en casa y ante su gente.
El Decano eslabonó otras opciones para finalizar las jugadas, pero no las aprovechó en la amplitud del marcador porque quedó corto.
Olimpia ganó, con sufrimiento. Un alivio después de mucho y que lo acerca a la próxima fase y le hace latir más fuerte la ilusión copera.
Para Aguirre, los puntos obtenidos los hace descansar porque sin dudas la Libertadores es su seguro de vida.
La próxima fecha, el 8 de junio, el franjeado que suma 8 puntos, recibe al Atlético Nacional, el puntero con 10 unidades (ya clasificado), en el Defensores del Chaco.