Los líderes del G7 anunciaron este viernes una nueva tanda de sanciones destinadas a “asfixiar la maquinaria de guerra rusa” y tratar de cerrar algunos de los vacíos legales que permitieron a personas y entidades rusas a evadir las sanciones internacionales.
El objetivo de esta nueva tanda son los sectores directamente asociados con la industria del armamento, ya sea en la producción, construcción, transporte o servicios comerciales, y demuestra un paso más en el compromiso de los líderes de ayudar a Kiev “el tiempo que sea necesario”.
“Vamos a ampliar nuestras acciones para garantizar que las exportaciones de artículos esenciales para Rusia y su guerra de agresión, incluidos los que emplea en el campo de batalla, queden restringidos en todo el mundo”, según el comunicado de apertura del G7 en el inicio de la cumbre de Hiroshima, en Japón. “Estamos imponiendo más sanciones y medidas para aumentar el coste para Rusia y para aquellos que apoyan su esfuerzo bélico”, agrega el documento.
Además, los líderes del G7 reiteran su llamamiento a terceros “para que dejen de brindar apoyo material a la agresión de Rusia de inmediato o afronten costes severos”.