Google fue condenada por un tribunal de Barcelona, España a pagar una indemnización de 10.000 Euros a un hombre que demandó a la compañía por daños morales e intromisión al honor, esto debido a que no se borró su rastro digital del buscador apareciendo la información de que fue indultado en 1999 por un delito cometido en 1981.
En la sentencia, Google es obligada a retirar esta información personal de sus indexaciones y cachés, considerándose que se violó el derecho a la intimidad del afectado. Ya en 2010 se habría instado a la empresa a borrar la información referente al indulto de este hombre, pero durante varios años esta seguía disponible por lo que se llegó a esta vía.