Los votantes en Nigeria acuden a las urnas el sábado para elegir un nuevo presidente mientras la nación más poblada de África lucha contra la escasez de billetes de banco que algunos observadores temen que resulte en una participación menor a la esperada.
Las elecciones presidenciales y parlamentarias se producen en medio de temores de violencia, desde militantes islámicos en el norte hasta separatistas en el sur, aunque las autoridades dijeron que la votación no se pospondrá como lo fueron las dos últimas elecciones presidenciales.
La votación comenzó tarde en algunos estados el sábado donde los funcionarios electorales no llegaron a tiempo a los colegios electorales. Los problemas de conectividad a Internet en un centro de votación en el noreste hicieron imposible que los funcionarios electorales verificaran las identidades de los votantes.
El presidente en ejercicio, Muhammadu Buhari, que renuncia después de dos mandatos de cuatro años, pidió calma después de emitir su voto en Daura, en el estado noroccidental de Katsina. También advirtió contra la intimidación de los votantes.
“Los nigerianos deben asegurarse de que se les respete; que el candidato por el que quieren votar, se les permite votar por él”, dijo Buhari.
Del campo de 18 candidatos presidenciales, en las últimas semanas han surgido tres candidatos principales para reemplazar a Buhari: el candidato del partido gobernante, el principal candidato del partido de oposición y un retador de un tercer partido que ha obtenido un fuerte apoyo de los votantes más jóvenes que luchan con un 33%. tasa de desempleo.
Fuente: AP