Mediante el decreto 8.878 de fecha 22 de febrero, el Poder Ejecutivo modificó la reglamentación del en lo que respecta al tabaco, elevando la tasa impositiva del 20% al 22%.
El aumento obedece, según el gobierno, a las buenas perspectivas económicas para este año y el nulo impacto que esta suba tendría sobre la inflación.
Según el viceministro de Tributación, Óscar Orué, este aumento “representaría aproximadamente 4.8 millones de dólares más para financiar el PGN 2023”.
El documento señala que los productos de tabaco tienen una incidencia del 0,22% en los productos de la canasta básica familiar y la suba del impuesto para su exportación no tendrá mayor incidencia en la inflación medida por el Banco Central.
Además, la medida responde al objetivo de desincentivar el consumo de sustancias adictivas y causantes de muertes prematuras por enfermedades no transmisibiles (cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias).