El comisario Luis López, jefe del Departamento de Investigación de Homicidios de la Policía Nacional, en conferencia de prensa, brindó un relato pormenorizado sobre cómo se dio el asesinato del militar Líder Javier Ríos, ocurrido el pasado 12 de enero.
El jefe policial señaló que el disparo que acabó con la vida de la víctima se registró ya en las inmediaciones de la plaza España, jurisdicción de la Comisaría 19ª Metropolitana, donde posteriormente fue abandonado el vehículo del fallecido.
Apuntó que según las investigaciones realizadas, el proyectil provino del asiento trasero del automóvil que era conducido por Ríos, quien se encontraba en servicio en su función de conductor de la plataforma de transporte Bolt.
López relató asimismo el movimiento realizado por los supuestos autores, el policía Oliver Daniel Lezcano Galeano y su esposa, Ada Arasy Ruiz Díaz de Lezcano, una vez cometido el asesinato.
En ese sentido mencionó que ambos, el hombre en el vehículo del militar, y la mujer, siguiéndole en una camioneta de la marca Ford, llevaron el cuerpo de la víctima hasta la zona de la Costanera de Asunción, para luego regresar y proceder a limpiar las evidencias existentes en el rodado perteneciente a Ríos.
Refirió que al día siguiente del asesinato, la pareja concurrió nuevamente hasta el lugar donde abandonó el cuerpo para derramarle cal viva, de tal forma a acelerar el proceso de descomposición.
El comisario López señaló que Lezcano y Ruiz Díaz, una vez cometido el crimen, hicieron planes para viajar al extranjero. Agregó que incluso se corroboró que el policía estuvo en Buenos Aires, Argentina, entre el 17 y 21 de enero.
“Siempre hay que tener en cuenta la política criminal, que el delito siempre es cobarde y el criminal siempre vuelve al lugar de los hechos”, enfatizó.
