Un niño de 7 años de edad, oriundo de la colonia Araujo Cué del distrito de Curuguaty, fue mordido por una jarara, según contó su padre, de nombre Clementino Escobar.
El pequeño fue auxiliado por su progenitor y fue llevado hasta el hospital de Curuguaty, a bordo de una motocicleta desde donde lo trasladaron a Asunción, específicamente al el Instituto de Medicina Tropical.
Pese a los esfuerzos, el menor se encuentra actualmente con muerte cerebral y los médicos le plantearon a sus padres que donen sus órganos.
El hecho se registró en la madrugada del pasado sábado, cuando una serpiente entró a la vivienda y mordió en el brazo izquierdo al niño cuando estaba colgado de la cama y durmiendo.
Fuente: Diario Popular