Con una popularidad del 34%, el presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció este viernes un proyecto de reforma tributaria que propone un impuesto a la riqueza a personas con un patrimonio mayor a los cinco millones de dólares así como elevar las regalías a la actividad minera, buscando una mejora en los derechos sociales de los chilenos.
Salud, viviendas sociales, educación, pensiones, entre otros puntos, son las apuestas del presidente izquierdista, Gabriel Boric, con su ambicioso proyecto sobre una reforma tributaria, la cual pretende una mejora del denominado “sistema de proyección social”, una de sus promesas de campaña.
El proyecto de ley, que también busca un aumento en las regalías para la producción de cobre a empresas que produzcan más de 50.000 toneladas al año, ha causado gran polémica en la oposición y en parte de la sociedad chilena. Los opositores de derecha creen que es un proyecto muy ambicioso que puede afectar gravemente la economía, que reporta una inflación de 11,5% interanual.
“Pensaba que el primer anuncio en materia económica del Gobierno iba a estar enfocado en cómo enfrentar la inflación”, dijo el senador derechista y de oposición Juan Antonio Coloma tras conocerse la noticia.
El mandatario chileno aseguró que su proyecto “va más allá de un Gobierno de turno (…) El objetivo de una reforma tributaria es precisamente avanzar hacia una mayor equidad, avanzar en mayor igualdad y cohesión social”.
Evasión fiscal y desigualdad, los retos de la economía chilena
Para el 2020, el país del Cono Sur recaudó un 29,3% de su PIB mediante impuestos, una tasa baja en comparación a la media de la región, que se sitúa en el 33,5%. Con el proyecto de ley, se estima que tan solo el 3% de la población estará obligada a pagar un nuevo impuesto.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, encargado de presentar la propuesta, afirmó que con las nuevas medidas se espera que para el 2023 la recaudación fiscal de Chile aumente un 0,6% en el PIB, hasta llegar a un 4,1% en 2025. Así, el país lograría llegar al promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al cual Chile pertenece desde 2010.
“Los ingresos operacionales se han mantenido prácticamente iguales en los últimos 30 años”, aseguró el ministro de Hacienda, refiriéndose a que esta sería la tercera reforma tributaria desde 1990, la cual busca tener una mayor recaudación, pero también una distribución “más equitativa”.
A pesar de que Chile es uno de los países con mayor renta per cápita de Latinoamérica, también está catalogado como uno de los Estados más desiguales y con menor capacidad redistributiva de los países de la OCDE, también conocida como el “club de los ricos”.
Según cálculos del Banco Mundial, más del 30% de la población chilena es económicamente vulnerable. El Gobierno Boric afirma que los cambios fiscales propuestos en la reforma son necesarios para lograr una “transformación real” y lograr las promesas de campaña.