Por Javier Martínez
Pocas cosas tan molestas como salir de una reunión y encontrar el auto en llanta. Es todo un proceso el hecho de tener que cambiar la rueda: sacar el auxilio, que además ésta esté apto para su uso, tener las herramientas necesarias para proceder al cambio y todo lo que eso conlleva. Muchos, prefieren ir en llanta hasta encontrar una gomería cercana que le evite el trabajo del cambio de rueda. En el caso del fútbol, la segunda rueda, también es como un auxilio para muchos equipos.
A excepción de Guaraní, que se encamina como líder en soledad a pelear este campeonato con una importante ventaja, el resto de los equipos todos están en la pelea. Están los de arriba que le quieren dar alcance al Aborigen, como Cerro Porteño y River Plate, pero ninguno de los dos pudo ganar en esta nueva fecha del campeonato: la décima.
Cerro cayó de local ante Sportivo Luqueño que pelea para quedarse en primera división, y que consiguió tres puntos que valen oro a esta altura. Son como una bocanada fresca que le va a permitir seguir recorriendo este tramo del campeonato con chances serias de permanecer. En el caso del ciclón, parece que fue perdiendo aire y no tuvo respuestas para encontrar una victoria que le permita meterle presión a Guaraní, ya que tenía la chance de jugar antes. Y ahora, a la inversa, le pide auxilio a Sol de América para que le quite puntos a su rival en la lucha por el campeonato.
Olimpia, que venía desinflándose después del partido ante Libertad – el último de la era Landaida en el que había ganado por tres a cero – tuvo que trabajar bastante para sacar adelante el partido ante River Plate. En el siempre difícil “Jardines del Kelito”, el Decano consiguió tres puntos importantes pensando en la tabla acumulativa y Álvaro Gutiérrez, el nuevo técnico franjeado, pudo cambiar a su equipo en el segundo tiempo, y encontró la frescura con los ingresos de Walter González y Pollo Recalde. River, en cambio, sigue en llanta. No pudo sumar y se complica, mientras espera a que en esta rueda, vuelva a replicar lo que hizo en la primera que le permite tener aún esperanzas de quedarse.
Otro que pide auxilio es Libertad. Derrotado en la ida de la Copa Sudamericana ante Bragantino por dos a cero, llegó al duelo ante Guaireña con la necesidad de sumar, utilizando un equipo alternativo. Pero tampoco pudo hacerlo: ni jugó bien, ni sumó. Con tan solo once puntos en diez partidos jugados, al Gumarelo lo salva el hecho de haber ganado el Apertura, hecho que ya le sirve para meterse en la Libertadores del año que viene. Pero Garnero no encuentra aún la calibración justa de un equipo que cambia y cambia.
Esta es una rueda difícil, porque ya es la decisiva. Además del campeón, se definen los cuatro lugares a la Copa Libertadores, también a la Sudamericana y, por supuesto, la lucha por la permanencia. Aquellos que estén dispuestos a arremangarse, que encuentren al aire justo en el monto exacto, que logren calibrar bien su juego y sepan cambiar a tiempo, serán seguramente los que logran llegar a su destino sin necesidad de utilizar el auxilio.